Si queremos que la infusión preparada por nosotros nos aporte todos los minerales valiosos y asegure el efecto óptimo de estimulación, lo mejor será utilizar agua a una temperatura de unos 70-80 grados centígrados.
Una temperatura más alta reducirá el contenido de cafeína en la infusión, lo cual es una mala noticia para las personas que beben yerba mate debido principalmente a sus propiedades estimulantes. Es más, hervir el agua hace que la infusión adquiera un sabor excesivamente amargo, que muchas veces molesta incluso a los más avanzados. Una temperatura del agua demasiado baja para verter la yerba mate, a su vez, hace que la infusión sea demasiado débil. No estimula todo lo que debería y no libera del todo su sabor y aroma.
En conclusión, ¡simplemente no se recomienda agua demasiado caliente o demasiado fría!